domingo, 9 de junio de 2013



La República Popular China

Se estableció la república, regida por el kuomingtan, partido liberal y nacionalista, cuyos principales objetivos eran la unificación nacional, la democracia y el mejoramiento del nivel de vida de la población china. En Febrero de 1912, Sun Yat-Sen se convirtió en presidente de la primera República China y se estableció alianzas con los comunistas encabezados por Mao Tse-Tung.

Ante las presiones de las principales potencias occidentales, Sun Yat-Sen tuvo que dimitir a favor del general Yuan-Shi-Kai, quien desconociendo la constitución de 1913, gobernó como dictador hasta 1916, año en que murió.

En 1917, Sun Yat-Sen obtuvo nuevamente el gobierno y acabo algunas reformas políticas tendientes a democratizar las acciones del gobierno. Sin embargo, en 1925 su obra quedó inconclusa por su muerte.

La conducción del kuomingtan, quedó en el mando del general Chang Kai-Shek, quien al pronunciarse por el establecimiento en China de una república liberal burguesa con fuerte penetración de capital extranjero, rompió con los comunistas, iniciándose una larga guerra civil entre el gobierno militar y el Ejército Rojo campesino dirigido por Mao Tse-Tung.

Finalizada la Segunda Guerra Mundial en 1945, el gobierno de Chang Kai-Shek contó con el apoyo de Estados Unidos. Los comunistas, comandados por Mao Tse-Tung, quienes estaban en Yenán, Región norte de China, condujeron al Ejército Rojo hacia Pekín. Tras largos esfuerzos y constantes luchas, tomaron la capital en 1949 y establecieron la Repúbilca Popular China.

Bajo la dirección del gobierno comunista y con el apoyo de la URSS, se inició un período de transformaciones económicas y sociales que en muy poco tiempo mejoraron el nivel de vida de toda la población. Con el reparto de tierras se impulsó la agricultura, y la industrialización del país fue rápida.

Las empresas y propiedades que habían estado en manos de los japoneses o de altos funcionarios chinos fueron nacionalizadas. Los chinos se organizaron en comunas populares, que se convirtieron en la base de la organización económica y social del país, y hubo un notable avance científico, que permitió hasta la fabricación de una bomba atómica.

China y la penetración extranjera

China representaba para los europeos una fuente inagotable de riqueza, basada en el té y el algodón. Los funcionarios chinos corruptos permitieron a los ingleses la actividad comercial en el puerto de Cantón, para la venta ilegal de opio, a pesar de que el consumo de éste estaba prohibido. El uso extensivo de esta droga en la población provocó actos que algunos funcionarios intentaran impedir su venta.

El atraso industrial y la disposición administrativa de China, no pudieron resistir la organización militar y el avanzado armamento de los ingleses, y el país fue derrotado en la Guerra del opio (1840-1842)

China tuvo que firmar el Tratado de Nankún, por el cual Inglaterra obtuvo el dominio del puerto de Hong Kong, la apertura de otros puertos, la desaparición de la autonomía china para fijar impuestos a los productos ingleses y una indemnización. Como consecuencia de la Guerra del opio, los gobernantes chinos fueron perdiendo control sobre su población y su territorio.

De 1856 a 1860, China sostuvo una guerra más contra Inglaterra y Francia, por lo que otorgó otras concesiones plasmadas en los tratados de Tiensin y Pekín. También estaba amenazada por el expansionismo estadounidense y japonés, y tanto Rusia como Alemania establecieron bases en territorio chino.

La derrota que tuvo frente a Japón (guerra chino-japonesa de 1894), aceleró al saqueo al que era sometida. Al iniciar el siglo XX, China quedó repartida en zonas de influencia de Inglaterra, Francia, Alemania, Rusia, Estados Unidos y Japón.

De esta manera, fue quedando ajo el dominio extranjero, pero siempre hubo protestas populares. La más importante fue la de los boxers, en 1900, la cual, aunque derrotada, sirvió de antecedente a la revolución de independencia dirigida por el doctor Sun-Yat-Sen, en 1911, que derrocó al último emperador chino Pu-Yi.

La Revolución china

Desde finales de la Edad Media, China había mantenido relaciones comerciales con los europeos, pero fueron restringidas porque los gobiernos chinos que sentían profundo menosprecio por el comercio, pues lo consideraban una actividad parásita y un vehículo para la intromisión cultural.

Problemas confrontados por el socialismo soviético

El gobierno de Stalin consolidó un socialismo de Estado, construido por una burocracia gobernante decidida a impedir por todos los medios que el proletariado construyera su propia historia.

El informe que presentó Nikita Kruschev ente el XX Congreso del Partido Comunista, realizado durante 1956, corroboran los excesos cometidos durante el sistema policial stalinista, y reconoce los errores de Stalin en materia económica. Kruschev presentó una política de Estado cuyo objetivo era alcanzar y superar a los Estados Unidos de América, tanto en el aspecto tecnológico como en el económico y militar.

A pesar de que la Unión Soviética igualó a los Estados Unidos de América, en el campo de los misiles y se le adelantó en la exploración espacial, con el lanzamiento al espacio de Sputnik, en 1957, la producción de artículos de consumo fue insuficiente, para la demanda de la población.

Entre los años 1956 y 1963, la situación empeoró y el Estado tuvo que recurrir a la importación de manufacturas y a la aplicación de estrategias de razonamiento de toda índole. Si embargo, el mismo Estado no escatimó esfuerzos para continuar sus proyectos de desarrollo armamentista nuclear y expansión territorial en Asia y África.

Estas políticas de la Unión Soviética fue desestabilizando progresivamente el sistema socialista en todo el bloque hasta que en el año 1985, el gobierno de Gorbachov, quien a través de la perestroika y el glanost abrió nuevos cauces hacia la construcción socialista. En el terreno económico las reformas fueron un fracaso y la tolerancia de la libertad de expresión (glasnost) llevó en pocos años al descrédito total de la ideología comunista. Ambos factores, junto con el auge de los nacionalistas, condujeron al fin de la URSS.

El nuevo Estado ruso

El programa del régimen bolchevique, se centró en la nacionalización de la tierra, de la gran industria, de la banca, del comercio y de las principales vías de comunicación y transporte. Estableció el control obrero en todas las empresas que siguieran en poder de la iniciativa privada. También, se proclamó el derecho de autodeterminación de los pueblos.

Sin embargo, la difícil situación creada por la guerra civil, junto al descontento de los grandes y medianos propietarios que no querían perder sus privilegios y la intervención extranjera, obligaron al nuevo gobierno a detener las acciones contra revolucionarias que pretendían el boicot económico.

A partir de 1921 se creó la Nueva Política Económica, que permitió reactivar en ciertos aspectos la economía capitalista a pequeña escala. A partir de 1928, bajo la dirección de Stalin (Lenin había muerto en 1924), una de las necesidades fundamentales fue la ampliación de la planta industrial y agrícola sobre la base de la colectivización y mecanización de la tierra. Para ello el gobierno gestionó créditos internacionales para acabar con la economía capitalista y avanzar en la industrialización del país.

Fue así como se pusieron en marcha planes quinquenales, consistente en una política económica de planeación organizada por cada cinco años, que le permitió a la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS) transformarse en una potencia industrial moderna, y que profundizó la colectivización de la tierra y elevó el nivel cultural y de vida de toda la población.

Los bolcheviques, líderes de la revolución

En Febrero de 1917, se produjo una revolución democrática burguesa que instauró un gobierno provisional que reactivó la Duma o parlamento ruso, en el que tenían representación los terratenientes, los capitalistas, los soviets de obreros, y soldados, elegidos en fábricas y unidades militares.

En los soviets, Lenin, Trotski, Stalin y otros dirigentes del partido bolchevique, tenían mayor presencia, y dado que el gobierno provisional no cumplió con el reparto de tierra a los campesinos y no puso fin a la guerra que mantenían con Alemania, los obreros, soldados y marinos de Petrogrado dirigidos por sus respectivos soviets, tomaron el poder en Octubre de 1917, derribando al zar.

El parlamento ruso proclamó el establecimiento del poder soviético, encabezado por Lenin, quien pidió el retiro inmediato de las fuerzas rusas en la guerra contra Alemania, y nacionalizó la tierra, llamando a las organizaciones campesinas a realizar el reparto agrario.

El gobierno revolucionario tuvo que vencer incontables problemas; entre ellos, los actos contra revolucionarios apoyados por Inglaterra, Francia, Alemania, Polonia Checoslovaquia, Japón y Estados Unidos de América, países que al ver afectados sus intereses se unieron con la intención de derrocar al emergente gobierno socialista: La firma del tratado de paz con Alemania de Brest-Litovsk, en Marzo de 1918, le permitió a Lenin dedicar mayor esfuerzo en la construcción del nuevo Estado.